Permitido disparar
Jabalí. Fue introducido en Uruguay desde el Cáucaso en 1928, se desarrolló rápidamente, se cruzó con cerdos locales y se volvió plaga. El resultado es un animal más grande, pesado, peligroso y agresivo que la especie original europea, conocido con el criollísimo nombre de “chancho jabalí”. Son especialmente dañinos para las plantaciones de granos y el ganado ovino. Un macho adulto puede llegar a pesar unos 200 kilos y medir un metro de altura. No se precisa permiso de caza.
Cotorra. Esta ave también es considerada plaga. Tampoco se requiere permiso de caza.
Ciervo axis. También fue introducido al Uruguay, por Aaron de Anchorena, desde la India a principios del siglo pasado. Para cazar este animal hay que pagar un permiso que vale 4 UR (1.652 pesos), vigente por 15 días desde su emisión. Cada permiso habilita hasta un máximo de cinco piezas. Solo está permitida la caza de individuos adultos.
Palomas. Son tres las especies para las que está permitida su caza: la Grande de Monte, las Alas Manchadas y la Torcaza. El valor del permiso es de 2 UR ($ 826), dura 15 días, y la cuota de piezas capturadas depende de la paloma: 20 diarias la Grande, 15 por día la Ala Manchada y sin límite la Torcaza.
Víboras. Crucera, yarará y coral. No se requiere permiso. (Fuente: MGAP)